Hola, soy ANA LEYÚN MORÁN
Todo comenzó hace ya más de 10+ años cuando me empecé a interesar por temas de bienestar, alimentación y salud mental.
Poco a poco fui probando diferentes metodologías, dietas, técnicas y filosofías. Pero ninguna parecía encajar del todo, ya que mis niveles de energía no eran óptimos, mis problemas hormonales solo crecían, mi estado de ánimo y salud mental empeoraban con cada moda que probaba y todo parecía estar fuera de control, incluso mi propósito, trabajo, entorno y relaciones caía en picado, hasta que conocí la Medicina Holística y decidí formarme en Psicología Holística, Nutrición Holística, Salud Digestiva y hacer un Máster en Neurociencia y Bienestar.
Esta filosofía holística, tiene en cuenta los 4 pilares esenciales para un verdadero bienestar y lo más importante para mí: No tiene ni normas ni reglas establecidas. Permite e invita al individuo a descubrir y experimentar con lo que se siente mejor para cada un@. Este es el principio de bio-individualidad con el que trabajaremos junt@s.
Todo empezó queriendo perder unos cuantos kilos para verme “como las otras chicas” y sentirme como que encajaba, pero poco a poco y progresivamente se acabó convirtiendo en una obsesión. La cual me haría ser mi peor enemiga. Porque trasladé esta obsesión por el culto al cuerpo a mi personalidad también.
No me permitía fallar, tenía que ser todo perfecto o no podía ser. La culpa me acompañaba a todos lados y me perseguía con cada “error” que cometía, llevándome a vivir en una constante comparación, tensión y frustración conmigo misma y con el entorno en el que vivía. Una etapa verdaderamente difícil de llevar sobre todo porque decidí hacerlo sola en vez de pedir ayuda a alguien que pudiera guiarme a lograr mis objetivos.
Esto derivó a: Problemas hormonales (pérdida de menstruación durante 2-3 años, cambios de humor, depresión, dolores de regla y reglas muy irregulares…) problemas digestivos (SIBO, Hpylori, Colon irritable, gases, hinchazón, intolerancias…) insomnio, estrés crónico, ansiedad, ataques de pánico, inseguridades a montones, necesidad de controlar constantemente, perfeccionismo…
MIS INICIOS
Al cabo de 4-5 años me di cuenta que esta vida no era la que quería. No era feliz, no me gustaba la personalidad que había creado, la persona en la que me estaba convirtiendo y mucho menos se alineaba con mis valores y propósito de vida y decidí que algo tenía que cambiar, que no había venido al mundo a sufrir por cómo me veo, lo que como o dejo de comer, para querer controlar todo y para machacarme por no ser como la sociedad me ha hecho creer que había que ser para ser feliz. Que en verdad todo eso lo único que había provocado era rechazo de mi misma, rabia, frustración, miedo a ser juzgada y rechazada por otros… Que cuanto más me acercaba a ese prototipo “ideal” más me alejaba de mi misma.
TOMA DE CONSCIENCIA
No fue nada fácil. Pero creo al 100% que no fue fácil porque decidí hacerlo sola y sin pedir ayuda. Obvio, cuando estás metida en esta realidad, lo último que quieres es que te vean frágil, perdida, sin rumbo y mucho menos con defectos (“tu tienes que ser perfecta” ¿Verdad? De eso me intentaba convencer todo el rato sin saber que esa perfección no existe)
Hasta que después de otros 4 años probando métodos, cayendo en los mismos patrones y tropezando con las mismas piedras decidí que la mejor opción iba a ser el DEJARME SER YO.
Dejarme sentir y validar mis emociones por difíciles que fueran, hacer las paces con mi cuerpo y con la comida, empezar a practicar amor propio pero DE VERDAD, reformular mis creencias y pensamientos limitantes, aprender qué significa la comida en mi cuerpo, investigar más a cerca del Sistema Nervioso, Salud digestiva, mental, emocional y espiritual y darme cuenta que la felicidad verdadera está solo dentro de uno. Pero que hay que elegirla
EL PROCESO
A DÍA DE HOY
La comida es mi amiga y mi mejor medicina, al fin y al cabo es un placer de este mundo e información para nuestras células, no gobierna mi vida, ni mi cabeza, ni mi ansiedad, ni mis decisiones, ni mi frustración, ni mi mal humor, ni mis ganas de controlarlo todo.
El deporte es mi motor, es una celebración por todo lo que mi cuerpo puede y hace por mí todos los días y la mejor medicina y método que he encontrado para mi Salud mental.
Soy mi mejor amiga y las comparaciones, ganas de controlar todo, auto-sabotaje y demás han disminuido en un 90%. Y ahora, cuando aparecen no vienen para quedarse, vienen para recordarme que mi mente es más poderosa que todo el ruido que hay ahí afuera y que mi mente solo intenta protegerme de lo desconocido a través de estos pensamientos.
Me siento en paz, libre, segura, alegre, con propósito, con una misión y visión, con la mente más calmada, las ideas más claras, con mayor flexibilidad y con ganas de seguir mejorando y aportando mi granito de arena.